«En la red familiar gobierna la ley fundamental de que todo el que forma parte tiene el mismo derecho a la pertenencia. Siempre que a un miembro se le niega la pertenencia sea por desprecio o por miedo ante su destino, en la red familiar surge la necesidad irresistible de restablecer la integridad perdida y de compensar la injusticia cometida, precisamente a través de la representación y de la imitación del miembro excluido.
Este es el principio de la paz: reconocer aquello que antes rechazaba, sin pretender cambiarlo y afirmando que tiene el mismo derecho que yo. A la inversa, también significa que yo me haga valer como persona con el mismo derecho que todos los demás. Así se da la paz».
(Bert Hellinger)
(Bert Hellinger)