Algunos fragmentos sobre el eneatipo ocho de El eneagrama, de la psicóloga Helen Palmer:
‹‹Los Ocho describen una infancia combativa, donde los fuertes eran respetados y los débiles no. Al esperar encontrarse en desventaja, los Ocho aprendieron a protegerse, llegando a desarrollar una exquisita sensibilidad para las intenciones negativas de los demás. Se ven a sí mismos como protectores. Como escudo de sus amigos y de los inocentes, colocándose detrás de sus propios cuerpos protectores, mientras continúan luchando contra condiciones injustas.
En lugar de sentirse asustados por el conflicto, los Ocho encuentran su identidad como justicieros, enorgulleciéndose de su deseo de defender a los débiles. El amor generalmente se expresa a través de la protección y no mediante manifestaciones de ternura. El compromiso significa colocar a los seres queridos bajo sus alas y procurar que su camino se encuentre libre de peligros.
El asunto central es el control. ¿Quién tienen el poder? ¿Será justa esa persona? Prefieren ocupar la posición de mando, ejercer el propio poder sobre la situación y mantener el control sobre el resto de contendientes poderosos. Tienen la necesidad de comprobar la justicia y la capacidad de autoridad. “¿Caeré en manos de personas equivocadas? ¿Serán una pandilla de tontos? ¿Cómo reaccionarán bajo presión? Veamos qué hacen”.
El poder suele ser verificado, presionando los puntos más vulnerables de las personas y observando sus reacciones. ¿Se desquitarán? ¿Se rendirán débilmente o se mantendrán a cualquier costo fieles a un principio? ¿Cambiarán su posición al verse acorralados? ¿Mentirán, manipularán o dirán la verdad?
La sólida coraza de un Ocho protege el corazón de un niño dependiente, prematuramente expuesto a circunstancias adversas. La recriminación y el deseo de castigar las injusticias son preocupaciones centrales, puesto que al definir un punto de culpabilidad uno puede actuar legítimamente para apoderarse del control en calidad de justiciero y defensor de los inocentes. La ira y la acción pueden ser movilizadas en contra de las amenazas externas. La ira hace sentir al Ocho poderoso, al reemplazar al instante el miedo subyacente de ser vulnerable ante los demás o de ser traicionado por alguien en quien confía.
Este eneatipo desconfía profundamente de la ambigüedad, los mensajes ambivalentes o las sucesiones de mando confusas ya que su visión del mundo parte de la premisa de que los fuertes triunfan y los débiles fracasan. La seguridad consiste en conocer al adversario y saber quién le protege a uno las espaldas. Bajo presión, la atención se limita a la medida del propio poder en contra de la fuerza o debilidad de un adversario. ¿Es el adversario inocente o culpable, amigo o enemigo, guerrero o cobarde? Muy pocas veces cuestionan su propia opinión. Discutir necedades acerca de los méritos de una opinión, o indagar en las motivaciones psicológicas propias, serviría solo para deteriorar una posición personal sólida.
Desean controlar sus vidas y que todo marche conforme a lo previsto, pero si carecen del reto de una posición que defender, se irritan y se aburren rápidamente. Una vez que han sido determinadas las reglas de comportamiento, procederán a menudo a romper aquellas guías de conducta que ellos mismos insistieron en establecer. Si se sienten aburridos o con exceso de energía, crearán problemas. Esto a menudo se manifiesta provocando discusiones, interfiriendo en la vida de sus amistades o poniendo una gran cantidad de energía en algún asunto secundario.
Otra solución que utilizan para liberar la sobrecarga de energía y la presión consiste en excederse. Exceso en lo que les gusta, en cuanto a sexo y sustancias, fiestas que duren toda la noche, distracciones violentas, trabajar hasta el agotamiento. Encontrar la comida tan sabrosa que comen tres platos en muy poco tiempo. Una vez que su atención se fija en el placer es muy difícil transferirla. Y un placer conduce a otro, etc.
Las inquietudes habituales del Ocho incluyen:
-El control de las posesiones y espacios personales y el control de las personas que podrían influir sobre su vida.
-La agresión y la expresión de franca ira.
-La preocupación por la justicia y por la protección de los demás.
-Los enfrentamientos y el sexo como forma de establecer contacto. Confianza en la gente que se mantiene firme durante una discusión.
-El exceso como un antídoto contra el aburrimiento. Entretenimientos violentos, juergas. Demasiado, demasiado ruido. Exceso.
-Al ser afectados por los demás, pueden negar los sentimientos reales mediante la separación, objetando aburrimiento o recriminándose internamente por sus errores pasados.
-Un estilo de atención intransigente, todo o nada, lo cual puede provocar que las cosas sean vistas en sus extremos. Las demás personas les parecen o fuertes o débiles, justas o injustas, sin términos medios››.
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