Versos de agradecimiento y celebración del fulgor de la vida: “Marta alrededor de un poema”, de Ramón Rodríguez Pérez.
«Hablemos ahora de los pies de una niña descalza
despejo así mi alma cansada de dialogar con tanto muerto y me tatúo su sonrisa de pájaro amable y olvido el inagotable desierto que es mi patria, la Virgen María, las ambulancias, mi pierna dormida
el tedio tu le connais lecteur ce monstre delicat se agota al sur de sus trenzas y tornan en piedrecitas blancas mis días cansados, muertos los dioses, muerto Pan solo sé que es abril, la miro y entiendo que es abril y en el cuenco de su leve mano anida la tórtola del consuelo y de ese temblor me alimento este jueves de azulejos
en el que abandono en la percha mi alma de perro, mi lengua afilada y, feliz como judío que hereda el trigo, asisto a la celebración de la espuma, el caballo azul, la risa desbocada que aclara las lindes, que abre las verjas y me hace decir yo soy otro con un ladrido lejano y mudo en la hora en que los poetas declinan su nombre, su nación, su raza y ella, una niña descalza hija de la flecha y de los ánades, va encendiendo la noche