Inclusión y exclusión. Reconocimiento. Entidad. Identidad. Identificación. Yo y el Otro. El Otro como espejo. Desapercibido, no visto, olvidado, no reconocido, rechazado, ignorado, juzgado: excluido.
EL DESAPERCIBIDO
«Si estamos aquí, en la vida, será para que se note. Después de tanto esfuerzo puesto en su trabajo con nuestra especie, no es mucho pedir que a la evolución se la compense al menos con el logro de hacer palmaria la presencia de cada individuo. No hablo de protagonismo, hablo de constatación. Que mi presencia sea notada, y la tuya, y la de aquel. No hace falta que los focos nos apunten. Bastará con que una luz general nos ponga bajo su atención y haga posible la entidad suficiente de cada uno. Vivos y vistos deberían ser términos sinónimos; y su sinonimia, una evidencia. No sucede así. Existe el desapercibido. No se sabe si por azar o por designio, siempre hay alguien que nadie ve, que nadie tiene en cuenta aun estando aquí o ahí, cerca. Ese que pasa por detrás de nosotros mientras miramos algo. El que en un acto social no merece siquiera el interés breve que despiertan los desconocidos. El que en una multitud es tapado por la multitud. Quien queda olvidado de inmediato como olvidamos el coche que pasa por la calle. O aquel de quien ni tan solo llegamos a saber que fue aquel. Son maneras de pasar desapercibido, de ser el desapercibido. Palpita en todas ellas un corazón secreto pero común, una verdad que cuesta reconocer y comprender y aceptar en su entera consecuencia: cada uno de nosotros es ese desapercibido, el no notado. A todos nos toca ser a menudo no vistos y, por eso, todos llegamos a estar en tantas ocasiones no vivos. Esto es lógico, tremendo, inquietante».
(El desapercibido, de Antonio Cabrera)