Fragmentos extraídos de La senda del reposo (2017), de Jeff Foster:
«Un gran diluvio se avecina.
Prepara un refugio seguro para tus seres queridos.
Construye un arca en lo más profundo de tu corazón.
Permite la entrada a todas las criaturas, de dos en dos.
La duda y la certeza, la alegría y la tristeza.
La confusión y la claridad, la felicidad y el hastío.
Todo lo sagrado y todo lo profano.
Cada pensamiento, cada sensación, cada sentimiento.
Cada fragmento olvidado de tu ser ancestral.
Construye un arca de amor, lo suficientemente amplia
para que entre absolutamente todo.
Deja que todo par de opuestos encuentre un santuario
en tu inmensidad no dual.
Y pon rumbo hacia un mundo más amable».
«Hoy decides si quieres tomar o no alguna decisión, si es o no es el momento adecuado para tomar decisiones. Tal vez hoy sea el momento de honrar la incertidumbre, de estrecharla con firmeza, haciendo de este lugar tan familiar del “aún no tengo respuestas” un lugar sagrado.
Pon la atención en el aquí y el ahora. Deja que este momento pase a ser fascinante. Suavemente, comienza a darte cuenta de lo que está sucediendo realmente en el lugar en el que te encuentras. Abandona tus conclusiones sobre la vida, tus recuerdos del pasado, tus sueños sobre el futuro, y empieza a notar las sensaciones, los sentimientos, los pensamientos que están presentes, justo aquí, justo ahora. Permite que tu experiencia presente -las visiones, los sonidos y los olores- sea la más curiosa y fascinante danza de todo el universo; contempla el mundo, tócalo, óyelo, saboréalo como si se tratase de la primera vez.
No hay prisa. El verano nunca se apresura para que llegue antes el otoño. Una pequeña brizna de hierba no trata de crecer más rápido que las que tiene a su lado. Los planetas giran perezosamente en sus órbitas. Este universo ancestral no tiene ninguna prisa. Así, ve más despacio (…). Respira profunda y conscientemente. No te apresures (…). El Ahora es el lugar en el que descansan las preguntas, y en el que brotan las soluciones creativas».