Descanse en paz. Mi agradecimiento profundo a su labor y a su extraordinaria aportación al ámbito de la psicoterapia. Mi reconocimiento a su magisterio y entrega.
Bert Hellinger (16.12.1925 – 19.09.2019), creador de las Constelaciones Familiares.
«¿Qué sería de mí sin mis maestros? Ellos me dieron en abundancia de su tesoro del conocimiento y el saber lo que sirvió a mi vida y a mi eficiencia, y así yo me convertí en lo que ahora soy.
Muchas veces me olvidé de todo lo que les debo. Todo se volvió naturalmente parte de mi vida y parte de mi ser, de lo que yo me sentía orgulloso como si en realidad viniese de mí. Cuando con frecuencia olvido a mis maestros, se me pierde mucho de lo que yo les debo. Y entonces eso que ellos me dieron se achica y pierde fuerza.
Distinto resulta cuando los tengo a ellos en mi corazón, cuando los recuerdo con agradecimiento. Yo siento que he sido obsequiado en abundancia. Ellos acompañan mi accionar y en lo que traspaso a otros, cuando le doy a otros -así como ellos una vez me dieron a mí- aquello que sirve a su vida y a su eficiencia.
¿Me siento pequeño si me comparo con ellos? Al contrario. Yo puedo colocarme a su lado, al servicio de la vida como ellos, humilde y pequeño ante la vida y de esa manera ser completamente uno con la vida y su movimiento.
Cuando yo acepto lo que le debo a mis maestros otros podrán tomar de mí con mayor sencillez lo que yo les doy para su vida. Su mirada pasa por encima de mí y se dirige a todos los que me apoyaron, los que compartieron su vida conmigo, del mismo modo como yo ahora la comparto con otros».
-«Agradecer significa:
Aguantar con respeto en las manos,
Bienvenida dentro de mí,
En mi corazón,
Hasta que entiendo internamente:
Ahora es una parte de mí.
Agradecer es también:
Aplicar lo que se me dio
Y se convirtió en parte de mí
En una acción que permita a otros
Alcanzar también
Lo que me enriqueció
Sólo entonces lo que se me dio
Alcanza tu plenitud.
Agradecer me hace grande, porque cuando agradezco tomo algo de otros como un regalo. Esto me enriquece, porque lo recibo. Al mismo tiempo, lo que recibo agradecido no puede ser perdido por mí. El agradecimiento me permite conservarlo y aumentar. Actúa como el sol y la lluvia tibia actúan sobre una planta joven. Ella florece.
El agradecimiento une y hace que nuestras relaciones florezcan, pues, con gusto, se da a quien agradece. Por su parte, quien recibe agradecido se convierte en interiormente abierto y no puede dejar de dar y pasar adelante lo que recibió con gratitud. Así, el agradecimiento nos hace felices y enriquece a ambos.
Quien agradece, honra lo que se le ha dado y al mismo tiempo honra a los que le dieron. Así, el agradecimiento engrandece a todos: a mí, el regalo y el donante».
(De su libro Pensamientos en el camino)