Fragmento de la obra Sin raíces no hay alas. La terapia sistémica de Bert Hellinger (2004), de Bertold Ulsamer:
LA INTERRUPCIÓN DEL MOVIMIENTO AMOROSO
Todo hijo percibe el movimiento natural hacia su padre y madre para encontrar allí amor, protección y calor. Este impulso será frenado de forma abrupta si el hijo vive una prematura separación, un fuerte rechazo o se siente herido.
Por ejemplo, un niño de dieciocho meses es ingresado en un hospital por un periodo de tres meses. Los padres no pueden visitarlo a menudo. Esta separación provoca un impacto profundo en la criatura. Él no se atreverá ya en el futuro a seguir el impulso espontáneo hacia su madre o padre. Este movimiento natural se interrumpe. La fuerte nostalgia de los padres continúa allí, pero este sentimiento se transforma en tristeza, dolor, rabia y frustración. Quien de niño haya tenido esta experiencia no encuentra como adulto la valentía de entregarse por completo al amor de su pareja. Está atrapado entre la nostalgia y sus experiencias negativas correspondientes. En reiteradas ocasiones él provoca inconscientemente mediante su comportamiento este rechazo, que en secreto desea. Así, estos sentimientos de tristeza, dolor, ira y frustración se repiten y giran en un círculo sin fin. En ciertas sesiones terapéuticas uno puede golpear almohadones durante años sin que por ello la ira cambie sustancialmente. Esto se debe a que la ira es solo un sentimiento sustitutorio. El verdadero sentimiento es el deseo de acercarse al otro.
La curación es posible solo si se satisfacen las necesidades de la niñez. Hellinger se enfrentó al cliente durante una constelación semejante y logró que este interiormente volviese atrás en el tiempo, exactamente al momento en el cual se produjo el impacto profundo de la separación. Entonces le pidió que extendiera sus manos y dijera “por favor”. El terapeuta puede, como representante del padre o de la madre, abrazar al cliente solo cuando es te “por favor” se pronuncia con sinceridad. De esta manera, el movimiento que estuvo interrumpido durante tanto tiempo alcanza su verdadero objetivo. En ese proceso los viejos sentimientos negativos pueden desaparecer espontáneamente».
Bertold Ulsamer es doctor en Derecho y licenciado en Psicología. Trabajó primero como psicoterapeuta, se especializó en PNL (Programación neuro-lingüística) y fue durante 15 años formador en administración de empresas. Desde 1995 dirige seminarios con constelaciones familiares y cursos de perfeccionamiento en diferentes países. Ha escrito varios libros sobre comunicación y autoadministración (Selbstmanagement).