Del libro Cuentos de vida, (Bert Hellinger, 2012):
LOS RECUERDOS
Hay historias que son vallas: limitan y excluyen. Si nos sometemos a ellas nos ofrecen seguridad y si queremos seguir, nos cortan el paso. A veces, nosotros mismos nos contamos historias de este tipo a las que llamamos recuerdos. Eso significa que muchas veces nos contamos lo que en aquel entonces fue fatal y nos hirió, pero no narramos lo que también libera. Así, el recuerdo se convierte en atadura, y nuestro ámbito de movimiento permanece limitado.
LA RABIA
Un tal Ludwig van B. escribió, de pura rabia porque se le había perdido una moneda, una pieza para piano con ese mismo nombre. Sin embargo, todo el tiempo la moneda estuvo debajo de su piano.
EL TODO
Un famoso filósofo opinaba que un burro ubicado entres dos pilas de heno del mismo tamaño, con el mismo aroma y el mismo buen aspecto, seguramente debe morir de hambre porque no puede decidir.
Cuando un campesino lo escuchó dijo: “Eso solo le ocurre al un burro filosófico. Un buen burro, en lugar de uno-u-otro, come uno-y-otro”.
LA OBJECIÓN
Había una vez alguien hambriento que, en un momento dado, tuvo la oportunidad de sentarse a una mesa deliciosamente preparada. Pero dijo: “¡Esto no puede ser cierto!”, y siguió con hambre.